Mi lista de blogs

martes, 5 de febrero de 2013

TENGO UNA MALISIMA COSTUMBRE


Tengo una malísima costumbre, pienso demasiado. Eso pudiera parecer bueno pero en ciertos momentos llega a cansar.
He dado vueltas a mi cabeza sobre ¿Qué es la iglesia? Leer estos días el libro de Hechos de los Apóstoles creo que me ha llevado a ello.
Yo siento mi congregación como mi casa y por eso quiero hacer esta analogía. Mi familia es la que Dios quiso que tuviera y puede ser mejor o peor pero es mi familia. Cuando tengo un problema con alguno de los que la componen no decido irme y abandonarlos ¡son mi familia y los amo! Decido que he de solucionar el conflicto y me pongo a ello. No quiero ir cambiando de familia en familia hasta encontrar la mejor porque no creo que la encuentre. Lo mismo ocurre con la iglesia es la familia espiritual donde Dios me colocó.
Muchas preguntas vienen a mi cabeza en este aspecto ¿para que existe la iglesia, cual es su propósito principal y para que la dejo Dios en el mundo?
Dios nunca nos deja sin respuesta y a Pedro ya le dijo: “edificaré mi iglesia”
La iglesia tiene dos funciones primordiales: evangelización (haced discípulos) y edificación (enseñanza)
Schaeffer en su libro “la iglesia al final del siglo XX” habla de “la marca del cristiano” que no son las cadenitas con cruces ni los pececitos cristianos, sino algo más profundo que salió de la boca de Jesús “que os améis unos a otros” Es un mandato para ser obedecido pero como tal puede ser desobedecido. Podemos ser cristianos y asistir a una iglesia sin llevar la marca pero eso  solo será fachada y una imagen distorsionada de lo que es una congregación de hijos de Dios. Y la palabra cristiano quedará reducida a prácticamente nada. Hoy en día la palabra cristiano corre el peligro de abarcarlo todo y no significar nada.
Es interesante observar que cuando Jesús dice: En esto conocerán que sois mis discípulos…si os tuviereis amor los unos a los otros, concede a este mundo la capacidad de poder juzgarnos y ver si somos válidos o no. Es como si Dios dijera “autorizo a los no cristianos a juzgar si los que se llaman cristianos lo son o no”, esto como mínimo debe aterrorizarnos. Y si alguien nos juzgara de esa manera debiéramos encerrarnos en nuestra habitación, hincarnos de rodillas y preguntarle a Dios si tiene razón.
Y hay algo más profundo todavía. Jesús en Juan 17: 21 dice “que todos sean uno….para que el mundo crea que tú me enviaste”. Aquí se nos dice algo mayor que necesitamos ser uno para que el mundo crea. ¡Puf! ¿Puedes leer esto sin emocionarte? Yo ya empecé a temblar hace rato. Hay entonces una vara de medir y en ella debemos medirnos todos. La iglesia eres tú, está formada por cada uno de nosotros. Dejemos de vivir entonces en la inmadurez del tu me ofendes, tu no me amas….y plantéate un cristianismo maduro y consecuente. Amo yo a los hermanos, soy uno con ellos…porque todo lo demás solo son infantilismos y pamplinas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario