Así es,
siempre he dicho que nos equivocamos de Dios en el Concilio de Trento. Ahí
España se la jugó, pudo cambiar y pudo elegir entre un dios moderno, práctico,
burgués, como el de los luteranos y calvinistas, o un dios reaccionario,
cerrado, fanático, y elegimos el dios que no debíamos y eso nos tuvo a
nosotros, Italia y Portugal, en el sur católico, en el atraso. A mi entender la
elección de ese dios equivocado en el Concilio de Trento todavía lo estamos
pagando."
A. Pérez
Reverte.
El título
no es una frase mía sino que se la oí a Arturo Pérez Reverte. Y me hizo ponerme
a pensar sobre ello.
Pensar,
algo que nunca debemos dejar de hacer. La definición de pensar es la siguiente:
“actividad y creación de la mente; dícese de todo
aquello que es traído a existencia mediante la actividad del intelecto humano.” Cuando pensamos formamos
ideas en la mente y por ende cuando no pensamos otros forman las ideas de
nuestra mente.
Antes de
que las crisis en general sobrevengan, siempre tiene que haber síntomas de que está
por venir. Eso ocurrió con la crisis a la que nos enfrentamos. Los síntomas
estaban ahí pero nosotros preferimos vivir en la orgia de felicidad general en
la que estábamos envueltos. Leí una vez que
“el ruido de la felicidad es siempre más ensordecedor que el tronar de la
realidad venidera” y cuanta verdad hay
en esto.
Cuando se
acaba el estado del bienestar, ósea que yo no puedo tener lo que quiero o lo
que necesito, es entonces cuando los hombres pedimos que la prosperidad vuelva
nuestras vidas como mana caído del cielo. El problema es que para que caiga
maná del cielo hemos de ser sacados por Dios de Egipto y andar cuarenta años
por el desierto. Pero el mana tampoco reconforta al hombre por muy dulce que
sea y nos empeñamos en vivir como en Egipto ideando un pasado hermoso que nunca
existió y añorando lo que produjo en nuestras vidas mentalidad de esclavos. Esa
mentalidad de esclavos que nos impide avanzar.
Siempre
hay un justo en Sodoma, siempre. Esto me recuerda que podemos vivir en la conformidad,
ósea en el hacer lo que hacen los demás. Las personas nos acomodamos al grupo. Creemos que lo mejor es pensar todos por igual, no sobre salir del montón y así
evitarnos problemas. Esos comportamientos se interiorizan tanto que ni nos damos
cuenta que está ahí. La conformidad se da más a medida que tenemos menor nivel
educativo y menos pensamiento crítico y
esto nos hace personas altamente manipulables. Es por eso que los regímenes
totalitarios manipulan la educación e impiden el pensamiento plural.
Pero ¿como
podemos evitar ser conformistas? pues fomentando el pensamiento
crítico. Ser conformista es
tremendamente peligroso porque elimina la crítica y hace a la gente pasiva y
aborregada.
Pensemos….pensemos
y reflexionemos. Debemos enseñar a la a los que nos rodean que piense, que medite, que
reflexione que no haga las cosas porque siempre se hicieron así. Debemos educar
en el pensamiento crítico, en el reflexionar. Tal vez no todos llegaran,
ya sea por desidia, por desanimo, por conformismo. Todos no…tal vez solo unos
cuanto. Pero eso será suficiente para cambiar pequeñas cosas de nuestra
proximidad. No desfallezcamos creyendo que nunca nada podrá ser cambiado,
siempre habrá un justo en Sodoma que decida salir de la opacidad, maldad y
pecado que nos rodea.
Mucha gente pequeña en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas pueden
cambiar el mundo....E. Galdeano
Olé Reyicas...y cómo sufrimos los inconformistas...pero no podemos hacer otra cosa que pensar...y algún día llegará nuestro momento, mejor dicho, el momento de DIos para cambiar las cosas.
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