El otro día me oí todo el
CD de Funky, con mis hijas detrás gritando
las canciones y riéndose un rato. Cuando le escuche me di cuenta que está hecho
todo un filósofo.
Hubo una canción que me
llamo la atención, decía algo así como:
//Dale pal monte ya, al
padre de la fe le dijo papa, tráeme
al nene que hay que sacrificar
Vamos a ver ………..Si crees en mí de verdad//
Vamos a ver ………..Si crees en mí de verdad//
Y esto me hizo
reflexionar en lo que Dios quiere hacer con nosotros. La vida cristiana no es
un jardín de rosas sino un campo de trabajo. Los cristianos no vivimos por “magia”,
aunque algunos se empeñen en hacernos creer que sí. No es un “abracadabra pata
de cabra” ni un “…y vivieron felices y comieron perdices…” es un caminar diario
creyéndole a Dios.
La vida
cristiana se debe caminar con pasión. La única forma de vivirla es apasionarte por ella y no
conformarnos nunca. El cristianismo real es no sentarse en una silla y esperar
que nos den, sino levantarnos y creer a Dios, creer que es sobrenatural y que
nosotros podemos vivir en esa vida
sobrenatural ¿Por qué conformarnos con menos?
Leí hace poco
que Steve Jobs tenía un detector de rutina y ere este: “Si hoy fuera el último
día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy hacer hoy?...si la respuesta es no …necesitas
cambiar algo” ¿Si hoy fuera ese último
día estarías conforme con tu cristianismo o intentarías cambiarlo? No podemos
seguir en la inercia de lo que creímos, de lo que hicimos, de lo que aprendimos,
debemos caminar hacia lo que haremos y aprenderemos.
La vida
cristiana no es una religión sino una forma de vida. Debemos confiar que Dios
en ocasiones nos sube al monte para que sacrifiquemos lo que más queremos pero en
El siempre hay provisión segura.
Ahora, si reflexionamos
coherentemente nos damos cuenta que antes del milagro Dios nos pide algo que ya
tenemos. Es cierto que no nos pide más de lo que tenemos, pero en ocasiones si
todo lo que hay en nuestras manos. Y siempre entre lo que nos pide y el hecho
efectivo del milagro encontramos un tiempo intermedio en el que no tenemos
nada. Ese es el tiempo de la fe, de fiarnos de Él. Ese es el lapsus que te
mostrará donde estas en Dios. Ese es el tiempo el creer sin ver, de luchar
esperanza contra esperanza. En ese lugar es donde crecemos en Dios y activamos
lo sobrenatural…..cuando hacemos posible lo imposible. Es cuando caminamos
sobre el agua, cuando alimentamos a cinco mil, cuando la sanidad viene a
nosotros, cuando todo cambia.
Por eso si
quieres ver lo increíble de Dios “dale pal monte ya…” si no subes tu monte tu fe no será activada y jamás podrás disfrutar
de lo sobrenatural de Dios…….querido amigo……dale pal monte ya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario