Las nubes me encantan, son tan inestables. Un segundo adoptan una forma
y al segundo siguiente forman otra nueva. Flotan en el cielo como algodón de
caramelo y pintan un paisaje hermoso y divertido. Aún las que auguran tormenta
son preciosas de mirar con sus colores grises irrumpiendo con sus manchas
negras que huelen a lluvia. Es curioso
pensar que son bellas pero no por ello dejan de ser útiles y con propósito. Dios
creó el universo lleno de instantes hermosos. Todo el cosmos tiene su utilidad pero no por ello deja
de ser bello. Nosotros fuimos creados para
disfrutar de esos instantes y deleitarnos en ellos. La creación de Dios es
eterna pero cambiante no es estática es dinámica y radiante.
Yo creo, esta es una de mis descalabradas teorías, que en el principio
Dios nos creo para disfrutar de estos soplos de tiempo. No nos formo para ir de
casa al trabajo y de una rutina a otra. Si fuera así las nubes nunca se
moverían de su lugar, no habría estrellas fugaces, la luna siempre sería llena
o cuarto menguante y los mares no tendrían olas……
Hizo un infinito hermoso para que miráramos constantemente para arriba,
para que levantáramos los ojos y viéramos que hay algo mas allá de nuestras
narices, de nuestros aburridos días y que recordáramos que todo puede cambiar
en un momento. Que la eternidad está compuesta de instantes y que debemos
mirarla una y otra vez. Es por eso que creo las estaciones, cada una con su encanto,
ellas son las que ordenan a la naturaleza para que amarillee en otoño, se
esconda en invierno, resurja en primavera pintando todo de colores y prepare
todo para dar fruto en verano.
Una eternidad cambiante, una eternidad efímera, una eternidad filmada en
pequeños trozos de vida que resurgen a borbotones de aquí y de allá.
El mar fue creado para decirnos que ir más lejos es posible y que
nuestros sueños tal vez están en la otra orilla o en otros mares no
descubierto.
Miro al cielo muy a menudo y me pregunto como no puedes creer que Dios
existe ¡Es tan real para mí! Está en mis sueños, en mis anhelos y dentro de mis
más profundos deseos. Llena mi vida de instantes mágicos, de amor y de sosiego,
Él lo llena todo.
Dios no nos creo para mirar hacia abajo……nos creo para mirar hacia el
firmamento……y contar nuestra descendencia como las estrellas del cielo.
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