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martes, 12 de febrero de 2013

"¿HABEMUS PAPAM?"



El Papa a renunciado a su puesto y si Dios no lo remedia pronto habrá "fumata blanca" y "habemus papam". Mientras tanto a nosotros, simples mortales, solo nos da para aprender unas cuantas palabras referentes a toda esta parafernalia y quedar como eruditos entre los colegas. Palabras como:el cardenal decano, el camarlengo, urbi et orbi, cardenal impectore,curia romana, conclave, papables, rogito, mitra, y podría seguir hasta el infinito y más allá por lo menos nos suenan a religioso y referente al papado. Pero dado que necesito acabar este pensamiento no voy a enumerar más, que posiblemente vosotros también habréis aprendido.
Acton dijo:"El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe en forma absoluta." Y esto es lo que a mí me asusta de esta institución.
El título completo del Papa es: Obispo de Roma, Vicario de Jesucristo, Sucesor del Príncipe de los Apóstoles, Supremo Pontífice de la Iglesia Universal, Patriarca de Occidente, Primado de Italia, Arzobispo y Metropolitano de la Provincia de Roma y Soberano de la Ciudad del Vaticano. Y eso me da más miedo todavía.
"Papa", del latín, padre, como título fue dado por primera vez a Gregorio I por el perverso emperador Focas, en el año 604. Gregorio rechazó el título, pero su sucesor, Bonifacio III (607), gustosamente lo aceptó, y desde entonces ha sido la manera de designar al obispo de Roma. Debe aclararse aquí, que no siempre el obispo de Roma fue el que tuvo el primado; en varias ocasiones, la supremacía la tuvo el obispo de alguna otra sede, como Constantinopla, etc.
El término Pontifex Maximus, "Sumo Pontífice", no es de origen bíblico, sino pagano. "Pontífice" era el título que llevaban los sacerdotes en la religión pagana de Roma, antes del cristianismo, y significa: "constructor de puentes". El emperador romano llevaba el título de Pontifex Maximus como sumo sacerdote de dicha religión por derecho, presumiendo así ser el constructor de un puente que conectaba esta vida con la del más allá. El catolicismo luego "cristianizó" el título. La Biblia dice que "hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres" (1 Timoteo 2:5)
Esta es la historia del catolicismo romano, puro y duro sincretismo y vanagloria.
Hasta llegar al 1860 donde el Papa Pío IX pidió la infalibilidad para sí mismo. Donde se llegaba a la decisión de que todo lo referente a doctrina y moral que el Papa enseñase en público era dicho "ex cátedra" y no había discusión alguna sobre el tema pues era palabra venida por inspiración divina.
Algo muy curioso ya que muchas palabras dichas por papas anteriores otros las invalidaban o cambiaban.
Después de su muerte, el Papa Honorio I fue acusado como hereje por el Sexto Concilio, en el año 680. El Papa León confirmó su condenación.  El Papa Virgilio, después de condenar varios libros, retiró su condena; luego los volvió a condenar y una vez más volvió a retirar la condena, para más tarde volverlos a condenar. 
El duelo [por los muertos] fue autorizado por el Papa Eugenio III (1145-1153). Pero más tarde, el Papa Julio II (1509) y Pío IV (1506) lo prohibieron. 
En el siglo XI, había tres papas rivales al mismo tiempo. Todos éstos fueron depuestos por el concilio convocado por el emperador Enrique III. Más tarde, durante el mismo siglo, Clemente III se opuso a Víctor III e incluso a Urbano II 
Vino luego el gran caos, en 1378, que duró 50 años, cuando los italianos eligieron a Urbano IV y los cardenales franceses escogieron a Clemente VII. Estos papas se maldijeron año tras año hasta que un concilio depuso a ambos y escogieron a otro.
El Papa Sixto V hizo preparar una versión de la Biblia, la cual declaró como auténtica y muy fiel; pero dos años más tarde, Clemente VIII declaró que estaba llena de errores y ordenó hacer otra.
Gregorio I rechazó el título de ¿obispo universal? por considerarlo pagano, ¿profano, supersticioso, orgulloso e inventado por el primer apóstata?. Aún así, a través de los siglos, otros papas han reclamado este título. 
El Papa Adriano II (867-872) declaró el matrimonio civil como válido, pero el Papa Pío VII (1800-1832) lo condenó como no válido y así podríamos seguir eternamente.
Leyendo sobre todo este desatino encontre un texto: El siguiente párrafo es tomado del boletín del muy conocido periódico inglés, The Times, de Londres, fecha del 25 de julio de 1870
El día 18 de julio de 1870 fue el día en que el papa Pío IX reivindicó públicamente la Infalibilidad para sí mismo! un atributo del mismo Dios. El largo tiempo durante el que se estuvo debatiendo el dogma de la infalibilidad dio amplia oportunidad al Papa, y a sus amigos los Jesuitas para proyectar hacer un milagro en el momento en que el Papa lo promulgara. Su plan consistía en colocar varios espejos en el tejado del Salón del Concilio, y colocarlos de tal manera que esos espejos pudieran ser accionados a voluntad, para derramar sobre la cabeza del Papa un brillantísimo reflejo de los rayos del sol, al tiempo que las cabezas y caras del gentío estarían a la sombra de aquel gran edificio.
Este proyecto, en circunstancias ordinarias, hubiera dado buen resultado, porque en el mes de julio el cielo de Roma está despejado, sin nada de nubes, y los rayos del sol están a la disposición de cualquiera que quiera dirigirlos por medio de espejos. Estando todo arreglado, hicieron a la gente saber que se esperaba ver un milagro en el día en que el Papa se declarara infalible.
-Los cortesanos del Papa le prometían la ayuda del cielo en aquel día propicio. El Salón del Concilio estaba arreglado de tal manera, que en el mismo día y hora del triunfo, cuando los padres de la asamblea estuvieran metidos en la sombra del vasto edificio, brillase de repente un rayo de gloria celestial sobre el trono papal...
¿Pero, desgraciadamente, esta gloria no había de aparecer, como lo prueba el desenlace, y la inauguración del nuevo rey quedó destinada a ser señalada con truenos y aguas como en el tiempo de la siega del trigo en los días de Samuel, en lugar de tener las sonrisas del cielo.?
El corresponsal de The Times ,que, como ya se sabe, fue Lord Acton, católico inteligente, y catedrático en la universidad de Cambridge, escribiendo desde Roma con fecha del 19 de julio, el día después de la promulgación del dogma, dice así:
-Comenzará con la fiesta. Hubo truenos y relámpagos toda la noche, y a la mañana amaneció lloviendo; en lugar de tener el hermoso cielo de Roma, el brillante y ardiente sol, tuvimos lo que se puede llamar la tempestad de la estación. Los negocios del día comenzaron con la lectura del dogma, y el gentío en la puerta del 'Baldacchino' fue inmenso. Consistía, mayormente, de sacerdotes, monjes, hermanas de la caridad y estudiantes de varias escuelas, y por esta razón hubo grande apretura en el Salón, todos esperando ver el prometido milagro. La lectura del dogma fue seguido por la revista de los padres.
-La tempestad que se cernía toda la mañana estalló ahora con terrible violencia, e hizo a muchos creer que era una demostración de la ira Divina; hasta un oficial de la 'Guardia Palatina' dijo: 'sin duda muchos lo interpretarón así'. Y de esta manera, cada 'plácet' de los padres luchaba con la tempestad: los truenos estallaban arriba y los rayos penetraban por las ventanas y las bóvedas, dividiendo así la atención de la muchedumbre. ¡Plácet! gritaba Su Eminencia, o Su Gracia, y el estruendo de los truenos seguía como respuesta, y los relámpagos jugaban alrededor del 'Baldacchino' y en todas partes de la Iglesia y Concilio, como para anunciar la contestación. Y así continuó a lo largo de casi hora y media; durante ese tiempo siguió la revista; y una escena más imponente jamás he visto. ... La tempestad llegó a lo más fuerte de su furor cuando llevaron el resultado de la decisión al Papa; las tinieblas eran tan densas que fue necesario colocar un inmenso cirio a su lado para poderse leer las palabras que le investían de poderes Divinos, y mientras el Papa leía, brillaban incesantemente los relámpagos y los truenos retumbaban..
Después de leer esto contaría un chiste que oí donde Dios decide irse de vacaciones y hablando comenta "Podríamos ir al Vaticano que no hemos estado nunca allí"..pero pensándolo bien mejor no voy a contarlo.
Solo terminaría diciendo que los verdaderos hijos de Dios no estaran e estos días esperando Papa (Dios es nuestro Padre), ni Sumo Pontífice (Cristo es nuestro único acceso) y que el único que es infalible ayer, hoy y siempre es Nuestro Señor Jesucristo.

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