Siempre he disfrutado de ser española, me encanta serlo. Tenemos historia, ¡ya se! , no toda muy buena, pero esa es la consecuencia de que la hagamos los hombres.
Creo que como españoles somos dos cosas: sufridos y esforzados. Y al “pesimismo cotidiano” siempre le unimos el “optimismo lejano” , el creer que cuando pase el tiempo las cosa acabaran siendo mejor.
Unamuno decía que la patria no es nuestra madre sino nuestra hija. Y tal vez sea verdad, porque la patria la construimos cada uno de los españoles con nuestro trabajo cotidiano, nuestras costumbres trasmitidas de generación en generación, nuestras alegrías y nuestras penas y hasta con nuestros errores.
La patria es pasado y presente, pero sobretodo futuro, algo que no puede existir si nosotros no luchamos por ello. Algo que se trabaja y se crea con el esfuerzo de muchos.
Lo que no entiendo es esa crispación política continua. Ese estar siempre enfadado con los otros por el solo hecho de ser los otros. Del “choriceo” continuo de tanto político de pacotilla que piensa en todo menos en España y que solo quiere llenarse el bolsillo a costa de todos los españoles. Políticos que no son capaces de ordenar su vida y pretenden dirigir comunidades, alcaldías y demás territorios españoles.
La historia de las dos Españas que contaba Machado “…españolito que vienes al mundo te guarde Dios, una de las dos Españas ha de helarte el corazón”, ya se ha quedado obsoleta, pasemos página, seamos libres.
No sé cómo pero tenemos que dejar ese complejo de no demostrar que amamos nuestro país para que no se interprete lo que no es.
Me tachareis de ñoña, pero soy feliz
¿Por qué soy feliz?…………..porque soy española y sin complejos
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