Desde el principio de
los tiempos cada generación de adultos ha sostenido que la generación actual es
peor que la de su propia generación. Es
claro que hay un fenómeno extraño que ocurre según te vas haciendo mayor
“cuanto más viejo soy, mejor he sido en el pasado”, eso es lo que se llama
“memoria selectiva”. Creo que es algo de Dios, en su misericordia, a los veinte
activa una palanca en nuestro cerebro que nos hace ir olvidando las tonterías
que hicimos a los 14 años y a los cuarenta ya pensamos que fuimos el joven
perfecto y maduro que no encontramos en los jóvenes de hoy. Es bueno que
juguemos a “recuerda cuando…..”
Pero evidentemente
servir al Señor entre jóvenes no es otra
cosa que pastorearlos. Y pastorear evidentemente no consiste en entretener, o divertir, solamente. El pastoreo va
mucho más allá. Cuando yo pastoreo cuido, alimento, guio, enseño, curo, dirijo,
corrijo….ese es nuestro principal trabajo con los jóvenes.
Pero evidentemente esto
solo lo puede hacer aquel que ha sido tocado por el Pastor de pastores.
HAY
UNA PREMISA CLARA, SI QUEREMOS QUE LOS JÓVENES ESTEN CERCA DE JESÚS, NOSOTROS
DEBEMOS ESTAR CERCA DE JESÚS.
No
podremos dar nada que Él no nos haya dado antes.
Y estar en la iglesia, ni siquiera ser líderes de jóvenes nos capacita si
nuestra relación no es de intimidad con Dios.
Si miramos el evangelio
de Juan podemos aprender no solo como Jesús trata a las personas sino que quiere de cada uno de nosotros.
Si nos damos cuenta el
relato de Jesús como buen pastor está entre textos donde se habla de la lejanía de los líderes
religiosos de Jesús y su persecución hacia Él. Aquellos que debían guiar al
pueblo no escuchaban a Dios y es por eso
que el pueblo perecía en religiosidad y oscurantismo. El pueblo no necesitaba, ni quería religión, ellos necesitaban
relación y relación con Dios.
Cuando Jesús estaba
siendo cuestionado en todo lo que les habla, Él dice que es el Buen Pastor y que si no pasan por Él no podrán pastorear a su pueblo, porque Él es la Puerta.
Si queremos un buen pastoreo necesitamos
acercarnos a Jesús.
La pregunta entonces,
no es tanto que haría Jesús , sino que
hizo Jesús.
No hay comentarios:
Publicar un comentario