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viernes, 6 de junio de 2014

Creer o no creer esa es la cuestión



Desde el momento que a mis dieciocho años conocí a Jesús como mi Señor reconocí que un Dios así no solo no iba a anularme la capacidad de pensar sino que desarrollaría aun más y mejor mi intelecto.

Estando en la universidad charlaba con mis amigos de lo que Cristo había hecho en mi vida. Ellos al principio me miraban con cara escéptica, luego fueron aceptándome, creo que por la naturalidad con la que hablaba de lo que Dios hacia en mi vida. Aun recuerdo un día hablando con uno de ellos donde salió el tema de la creación y al decirle que yo creía en ello el me dijo algo así: “Que seas cristiana pase pero que creas eso…si ya ni los cristianos lo creen” (parafraseo porque esto fue hace treinta y muchos años)

Esto y otras cosas me hicieron pensar que si yo había conocido a un Dios tan real las historias de la Biblia debían llevar escondidas grandes enseñanzas para los hombres y no solo hablo de las espirituales que las doy por contado sino de verdades científicas y universales ya que todas ellas están englobadas en el Creador. Está claro que el intelecto, la inteligencia humana son aspectos que se derivan del hecho de ser creados a imagen de Dios.
Me gustaría animar a todos los que lean esto a invertir un poco de tiempo a intentar entender la Biblia. La Biblia no es un cuento.

Me encanta el comienzo de la Palabra “En el principio, Dios…” La Biblia no intenta en ningún momento explicar a Dios, es un paradigma claro. La verdadera ciencia nunca contradice a Dios, ya cientos de años antes de su descubrimiento, la Biblia decía “El está sentado sobre el círculo de la tierra” (Isaías 40:22)

Podría disertar y escribir sobre los misterios visibles de Dios pero no creo que El necesite que le defienda.

Terminare diciendo que el Gran Creador nos  hizo con capacidad de tomar decisiones  por nosotros mismos y la usamos de continuo. Dios dio voluntad al nombre para que eligiera libremente seguirle o no. Y por tanto yo soy alguien que ha asumido intelectualmente que Dios cuida de mi y que desea lo mejor para mí. Por ello he decidido amarle y vivir para El ...sobretodo porque Jesús primero me amo a mi.

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