Mi oración constante y diaria es que Dios toque a estas nuevas generaciones. Jóvenes dispuestos y con deseo de servir al Señor. En estos tiempos veo como preciosos jovencitos están creyendo lo que dice la Palabra y actuando en fe y arrebatando terreno al enemigo. Pero el otro día hubo un testimonio que robo mi corazón y que late con fuerza dentro de mi. Quiero hablar de lugares y personas porque hoy quiero honrar esas personas. Los jóvenes del "virus tour" de Zaragoza fueron estos día a Andújar (Jaén ) para estar una semana allí evangelizando junto con la iglesia. El pastor, Benito Martínez, estuvo con ellos en todo momento y su presencia los bendijo de una manera muy especial. Verle cerca les encanto y disfrutaron mucho de el. Me hablaban de el cuidado de toda la iglesia y de lo bien que han comido (cosa indispensable para los jóvenes)
Pero agradeciendo esas muestras de amor trasmitido a los jóvenes quiero ir más allá.
Una de las jovencitas me contó algo que ocurrió una noche. Narró que el pastor Benito, comenzó a hablarles de cuando el y otros eran jóvenes, de como fueron al seminario con el deseo y anhelo de servir a Dios. Les relato sus aventuras, sus sueños , sus tiempos de oración, su necesidad de servir a Dios y entregarle toda su vida. Contó historias de otros que fueron jóvenes junto a el y que tenían esas mismas ganas y entrega. Muchas aventuras y desventuras a través de los años pero siempre aferrados a las promesas de un Dios hacedor de imposibles.
Aparentemente pudiera parecer que todo quedo ahí. Pero no fue así. Mientras el contaba las historias empezó a impactar la vida de esa joven y el poder del Espíritu Santo comenzó a fluir. No era una historia cualquiera, era la historia de un hombre que decidió dar todo por Jesus y que durante los años ha permanecido fiel las promesa dadas por Dios a su vida. Eso es el poder del testimonio de un siervo de Dios que impacta al mundo con su fidelidad. Ella se marcho a dormir pero el toque de las palabras de un hombre que había permanecido en fidelidad a Dios desde su juventud estaba revolucionando su vida esa noche. Entro al cuarto donde dormían y comenzó a llorar, la presencia del Espíritu Santo la inundo por completo. Las otras dos jóvenes preguntaron que pasaba y al comenzar a contarles el Espíritu también cayó sobre ellas. El resto de los jóvenes escucho y se fueron acercando a la habitación y cada uno que entraba era lleno y caía al suelo. Tuvieron una experiencia inolvidable hasta las tres de la mañana.
Jóvenes llenos del Espíritu al ver la vida de un pastor y su fidelidad. Al escuchar la obra de Dios en su vida fue activada su fe. Gracias al Señor por esos hombre y mujeres que dieron su vida por Jesus, que han sido esforzados y valientes, que han sufrido penalidades ...pero están cerca como testimonio vivo para multitud de jóvenes. El testimonio de hombres y mujeres de Dios que llena a chicos y chicas que necesitan ver referentes de vidas consagradas.
He oído en algún lugar "déjennos a los jóvenes trabajar en la obra" , yo lo hago dejo que muchachos y muchachas en la iglesia tomen lugares de posición, sin importar que se equivoquen. Pero también creo que se necesita lugar para oír los testimonios de siervos de Dios que trabajaron y siguen haciéndolo porque el servicio a Dios es generacional y si no pasamos el testigo y lo recogemos bien mal andará la cosa.
Precioso testimonio de un héroe de la fe como muchos otros.
Estos días leí que el principio del honor sostiene que: el reconocer correctamente quien es una determinada persona, nos dispone para darle el respeto que se merece y para recibir el don que esa persona es para nuestra vida.
Eso fue lo que hizo esta joven, reconocer a ese pastor y darle el respeto que se merecía y eso hizo que ella pudiera recibir el don de Benito en su vida y a la vez contagiarlo a otros.
Benito Martínez, un héroe de la fe, va por ti.
¡extraordinario! Yo estuve cuando nos contaba sus historias...y en esa habitación. Ocurrieron cosas impresionantes, Dios nos habló de una manera específica y el E.S tocó nuestras vidas como nunca. Un antes y un después.
ResponderEliminarBenito y Loli son unos #pastoresdediez ¡viva Andújar!