Erase una vez en un remoto país dos hermanas muy inteligentes. Tan ilustradas eran que su padre decidió llevarlas unos días a lo más alto de las montañas, donde vivía un sabio muy sabio, para que su conocimiento fuera aún mayor.
Las jovencitas después de unos días con el viejo sabio vieron que no podían sobrepasarle en su conocimiento así que una de ellas tramo un engaño para vencer al honorable anciano.
Hablo con su hermana y fueron a cazar una mariposa azul, cuando la tuvieron tramaron el astuto plan. La más avispada conto a su hermana: Yo la cogeré entre mis manos y preguntare al sabio si la mariposa azul está muerta o viva. Si dice que viva aplastare mis manos matándola y enseñándole la mariposa muerta y si dice que muerta, abriré mis manos y la dejaré volar. Así diga lo que diga el sabio fallará y habremos vencido su sabiduría.
Dicho y hecho, las dos muchachas se acercaron al sabio y le dijeron: Venerable anciano, hemos conocido en estos días tu gran sabiduría y ahora queremos hacerte una pregunta. La mariposa azul que tengo en mis manos ¿está viva o está muerta? A lo que el sabio respondió: “Eso depende de ti”
Que gran lección de vida, realmente este era un hombre muy sabio. Estas jóvenes tal vez eran inteligentes pero un tanto necias. No conocía que la sabiduría se adquiere con paciencia, disciplina, bondad, sentido común y grandes dosis de humildad.
En la vida ocurre esto constantemente. La mayoría de las veces que pase una cosa u otra depende de nosotros mismos y de nadie más. ¿O sí? … puede ocurrir algo peor, que otros sean los que tengan nuestra mariposa azul en sus manos y nos engañen a su antojo diciéndonos que está muerta o viva según les convenga y envolvernos con términos engañosos que nos adormecen y aletargan haciéndonos creer lo que quieren que creamos.
Hemos pasado del “estado del más o menos bienestar” al “estado del malestar”. ¿Por qué? Porque las palabras que utilizan nos engañan y nos envuelven. Véase unos ejemplos: flexibilidad en el empleo por despido irregular, regulación de plantilla por “todos a la calle”, fuego amigo por “vaya, nos hemos cargado a los nuestros”, limpieza étnica por genocidio y debate por “todos chillamos a la vez y no llegamos a nada”.
Voces ,voces y más voces…que nos arrastran como cantos de sirenas…
La gente por fin se indigna y esos es bueno porque quiere decir que el ciudadano reacciona. Que se remueve en sus sofás confortables y sueltan los mandos de la televisión para salir y quejarse.
Y nosotros como cristianos debemos reaccionar. La gente esta harta de tanto sucedáneo de tanta mentira, de tanta manipulación y nosotros tenemos lo autentico, lo genuino. Tenemos al Dios creador y sustentador, al Cristo que murió por nosotros, al Señor que nos habla sin dobleces y debemos mostrarlo al mundo.
En el fondo “todo depende de nosotros” de lo que hagamos con lo que tenemos en nuestras manos. Nosotros tenemos lo mejor, la mariposa azul en nosotros, es la presencia de Dios en nuestras vidas.
genial!
ResponderEliminarFantástico! No dejes de escribir...
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