Mi lista de blogs

martes, 18 de octubre de 2011

CANJE SHALIT


CANJE SHALIT
Un israelí por 1027 presos palestinos

Tras más de cinco años (1934 días o 46.416 horas) de cautiverio el soldado israelí Guilad Shalit, es puesto en libertad.
Cinco años de miedo, incertidumbre, desesperanza y temor. Esos, imagino, debían ser los sentimientos que este joven habrá tenido en estos cinco años. Estaba en manos de sus enemigos, no fue secuestrado por lucro de sus captores, sino por el odio y las rencillas entre judío y musulmanes. Una lucha ancestral que viene de lejos…de muy lejos.
El gobierno israelí dijo que “nunca olvida a sus hombres”
En mi más absoluta ignorancia del porque ahora, a cambio de qué y para que, lo que si se, es que tanto el estado de Israel como Hamas “no dan puntada sin hilo” y  que todo esto tendrá una lectura que otros analizaran.
Pero saliendo de estas cavilaciones políticas hay una reflexión que si quiero analizar. Si nos planteamos el canje de un solo israelita por 1.027 presos palestinos, tal vez nos pudiera parecer un precio altísimo de pago. Pero la frase que dijo el gobierno israelí me dio que pensar “nosotros nunca olvidamos a nuestros hombres” .Ummmmmmmm…Creo que una frase parecida debió decir el Padre Eterno al ver al ser humano lleno de pecado. Recordó que éramos criaturas suyas. Provenientes del mismísimo halito de Dios. Y tuvo claro que nunca se olivaría de nosotros.
Claro que es un alto precio 1.027 por uno, pero más alto precio es dar tu vida en rescate de muchos. Dios enviando a su Hijo a morir en la cruz por todos nuestros pecados e iniquidades. La segunda persona de la Trinidad “tabernaculizando” entre nosotros, haciendo de nuestra casa la suya. Sé que lo más importante de nuestra salvación es el acto de muerte y la resurrección, sin los cuales vana sería nuestra fe. Pero el amor del Señor de continuo me deja perpleja porque siempre  va un paso más allá. Quiso vivir tres años de su vida con nosotros. Respirando nuestro aire, manchándose los pies con la arena del camino, riendo, llorando, abrazando, charlando, haciendo amigos…amando. Dándonos una lección de vida, diciéndonos con su diario vivir que es posible transitar en este mundo como El nos enseñó, que vale la pena. Y además “poniéndose en nuestros zapatos”, para enseñarnos que El nos entiende, que está de nuestro lado hasta el punto de dar su vida por cada uno de nosotros.
El pago al enemigo un alto precio, Dios muriendo por mí, Dios muriendo por mí, Dios muriendo por mi……..ciertamente cuando repito esto solo puedo llorar. Jesús pago un alto precio al enemigo. El no libero 1.027 presos para salvar mi vida, El… murió por nosotros porque jamás olvida a sus hijos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario