Estos días leí una historia
sobre un problema que tenía una iglesia de Manhattan. Su edificio estaba en pleno
centro de la gran manzana y un hotel iba a edificar encima de su propio edificio.
Esto me llamo la atención y
me preguntaba cómo alguien puede edificar encima de tu propia casa. Así que
estudie el caso. Aprendí que esto ocurre en Manhattan porque ya no se puede
encontrar terrenos para edificar en el suelo con lo cual si tu no compras los
derechos de aire de tu edificio otro lo puede comprar y edificar encima de ti.
Evidentemente de casi todas
las cosas se puede sacar una enseñanza. Y esto del derecho de aire me hizo
reflexionar en Dios y la edificación en nuestras vidas. Cuando Jesús entra en
nuestros corazones comienza a edificar en nosotros con el cimiento de su presencia.
El reedifica un nuevo edificio con nosotros y nos sentimos renovados y
edificados en Dios. Pero en muchas ocasiones el enemigo viene a nuestra edificación
y comienza a tomar los “derechos de aire” construyendo en nosotros edificios de
temor, orgullo, pecado, ansiedad y miedo que crean fortalezas imposibles de
superar. Comienza a pesar en nosotros esa otra edificación que nos cae como una
losa que impide nuestro crecimiento en el Señor.
¡Excelente reflexión! Bendiciones
ResponderEliminar